La vida es peligrosa y nunca podemos estar 100% seguros de nada. Hay riesgo y hay peligro. La ansiedad existe para protegernos del peligro, pero a menudo tiene un costo que es más doloroso que el evento temido en sí.

De una vida ansiosa a una vida sin miedo

La ansiedad es esa voz dentro de nosotros que enfatiza el peligro, enfatiza el riesgo.

Cuando vemos el mundo a través de los ojos del peligro y el riesgo, sentimos miedo, nos preocupamos, nos reprimimos y nos quedamos estancados.

Nos apegamos a una sensación de comodidad y no queremos superar nuestros límites, pero esa es una receta para vivir una vida promedio.

Es una receta para el arrepentimiento; no es una receta para cumplir tus sueños y aspiraciones.

 

 

La ansiedad quiere retenerte hasta que estés a salvo, hasta que sea seguro continuar.

Pero el problema es que nunca sentirás que es 100% seguro continuar y, por lo tanto, cuanto más ansiedad tengas, cuanto más escuches la voz de la ansiedad, más te sentirás atascado y no seguirás adelante.

Todo esto hace que sea realmente difícil para ti disfrutar de tu vida y experimentar una realización más profunda. Este es el problema.

La ansiedad es esta voz que nos detiene. ¿Qué hacemos al respecto?

Le damos la vuelta al problema en lugar de detenernos por miedo. ¿Cómo?

Seguir adelante.

Avanzas porque puedes y porque confías en que, pase lo que pase, podrás afrontarlo. Sobrevivirás y saldrás más fuerte y más sabio; avanzas no porque sepas con certeza que no hay ningún riesgo.

Ese nunca será el caso.

Sino porque prefieres practicar una vida sin miedo en lugar de una vida ansiosa.

 

 

Avanzas porque estar atascado es peor que el peligro. La ansiedad está tratando de evitar que te quedes estancado.

El dolor del arrepentimiento y la frustración … El dolor de esa limitación emocional, de no poder seguir adelante y hacer las cosas que quieres … ese es un dolor mayor que la vergüenza o la pérdida que puedes tener si sigues adelante.

Un profundo cambio de mentalidad

Esto es un cambio de mentalidad, y el cambio de mentalidad lleva tiempo.

Cualquiera que sea tu visión del mundo, cualesquiera que sean los ojos a través de los cuales ves el mundo, tu eres capaz de cambiar eso.

Simplemente te has acostumbrado.

Estas son las creencias, las mentalidades que adoptaste de otras personas, de la sociedad, de tus padres.

Sabes cómo funcionar a través de ellos aunque no necesariamente te hagan feliz.

No te ayudan a cumplir tus aspiraciones, pero estás seguro y cómodo; pero ahora te invito a hacer este cambio de mentalidad.

Y al principio, la nueva mentalidad, la mentalidad más audaz y más segura de tí misma, se sentirá falsa.

Pero aquí es donde entran en juego las habilidades de la meditación.

En la meditación se te dice que concentres tu atención en un objeto de tu elección. Podría ser tu respiración, podría ser un mantra, podría ser un chakra, podría ser un sentimiento, cualquier cosa.

 

 

Luego, siempre que tu atención se distraiga, simplemente vuelve a traerla una y otra vez, tantas veces como suceda.

Eso desarrollará el “músculo” de la conciencia y el músculo de la fuerza de voluntad en ti.

Ahora apliquemos estas habilidades de meditación a tu vida diaria.

Cuando notas durante el día que estás creyendo en una historia o que tienes una mentalidad que no es útil para ti, entonces crea una nueva mentalidad, una nueva forma de ver las cosas que es útil para ti.

Por lo tanto, aplica esta habilidad de meditación una y otra vez.

Deja ir lo viejo y devuelve tu atención a lo nuevo.

Hablamos a menudo de la ley de la atención. Esta ley dice que aquello a lo que prestas atención llegará a existir y crecerá, y aquello de lo que apartes tu atención disminuirá y desaparecerá.

De modo que la antigua forma de ver las cosas (la forma ansiosa de vivir la vida) pierde fuerza y ​​desaparece lentamente, y la nueva forma —más cómoda, más confiada, más pacífica— se vuelve cada vez más fuerte.

Eventualmente se convierte en tu nuevo valor predeterminado.

Para eso necesitas practicar repetidamente; puedes practicar tu nueva mentalidad como una afirmación. Crea una afirmación para ello.

Practícalo durante dos o tres minutos cada mañana después de tu meditación. Y recuerda esa afirmación varias veces durante el día.

 

 

Resumen

Siempre que damos un paso adelante en la vida, siempre que hacemos algo arriesgado, hay ansiedad. Pero si no haces nada y te quedas estancado, asustado, ansioso y preocupado, es peor.

Ese es un dolor peor que la ansiedad.

Así que la invitación hoy, y tal vez por el resto de su vida (si está dispuesto a hacerlo), es elegir vivir una vida sin miedo, no una vida ansiosa; elegir estirar tus límites y avanzar en las cosas que son importantes para ti.

No porque sepas que es 100% seguro, nunca lo será. Pero porque puedes y porque confías en ti mismo. Confías en que pase lo que pase, lo que sea que te depare la vida, podrás crear algo bueno a partir de ello.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí